Relajera
1-
Que seas risa y se vuelva
esperanza
que no alcanza a colgarse de los lados
y se desplace por las plazas
tus cobijas
y donde sea tu casa.
Las mañanas con despedidas
las montañas si se cansan
y asimismo mi casa,
porque ahí duerme un altar de piedra amorosa
tallado con manos que se han vuelto intactas
que dan cobijo a pura mala racha
de lo que palpita cuando te cansas y no anhelas la vida.
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