Ente Serpiente

La serpiente escalera se arrastraba junto con el suelo y sus ganas arteras de disparar a mentes desnudas y desordenadas.

Deprisa acarició la cabeza rapada de una mente inconsciente, pérdida, que confiaba en el lujo del comienzo y el desenlace después del final. No entendía la vida sendero, un camino. 

Sin camino, el otro cuerpo desairado que justificaba sus medios, un informal amigo de lo irresponsable y de los finales no justos, de apagón.

Y de repliegue en media lucha, destapó de 2 tajos lo que a la mente impúdica le cubría en mí, para que el único pensamiento comprimido e instalado, relate de mi boca, de mis palabras, que ahora no cuentan más que: las hazañas de mascota, de una serpiente escalera y amorosa.