Soldado

 


Surge nadando en las aguas, y sus piernas no le mienten. 


Ha recibido frio, desdén y hastío.
Decidido a no dormir en décadas, se perdió la oportunidad de someter al ser, en su comarca. Ahora, convertido en pedazos de descuido, desconocido, medita llorando su nombre, mientras se deshace junto con sus piernas que no le mienten. 


"En los albores esperé, mientras estuvo el momento haciéndome viejo.
Era víctima de siempre, con el principio; 
viendo como se me acaba el alma en lo pronto,
sintiendo el yendo de ellos en pares.
Me desgasta el sonido ameno con su falta de ensueño. 

Quede atascado entre espacios de silencio. 
En lo largo de lo século y lo corto del instante, 
al son del tiempo que rie por no ser nuestro 
y la manera en la que ambos sentimos rozar la tierra en donde estoy. 

Ahora, así me pintan las penas, 
a causa del pobre febril que se me seca 
frente a lo que ensaña cuando pasa y empieza."


Percibe lo minúsculo estando sentado. 
No sale airoso con lo cobarde que se siente el poder tratar su estancia egoista. A condena, ahora los que le mienten, son francos y junto a sus piernas que aún no le engañan, no pudo ser más. 









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